Wilson “Wil” Santiago Burgos tiene más de 125 razones para ver el mundo con una perspectiva distinta. “El mundo es más seguro de lo que nos han dicho, la gente es más buena y la solidaridad está presente en todos los países”, declara el bloguero de viajes de 39 años, cuyas travesías superan esa cifra y las considera oportunidades para crecer.
“Viajar es la mejor medicina para remover los prejuicios que te impregnan la sociedad y la religión; no los remueve automáticamente porque hay que estar abiertos a aprender y a escuchar. En Fiji me fui a una aldea en medio de las montañas; no había electricidad, había que cruzar un río para llegar y la pasé espectacular. Empiezas a viajar y te das cuenta de que los seres humanos somos similares”, reitera.
De niño soñaba con viajar, escrutaba el mapa del mundo sin saber que la meta se cumpliría, pese a crecer en un entorno con precariedades económicas. Santiago es natural del pueblo de Florida. Completó un bachillerato en Química y estudios postgraduados en Protección y Economía Ambiental, mientras trabajaba como vendedor. Laboraba como consultor y profesor universitario cuando su vida cambió.
En el 2017 –uno de los años más difíciles que ha vivido el país debido al huracán María– fundó Mochileando, un proyecto digital que torna el mercado de viajes alcanzable para sus usuarios, compartiendo alertas de vuelos económicos e información experta. Cuentan con una rama filantrópica, Fundación Mochileando, que en Puerto Rico canalizó $2.8 millones en donaciones de la diáspora boricua luego del ciclón María y sigue activa. Además, mantiene proyectos sociales permanentes en Tanzania y en Ruanda.
“El cambio de ruta más drástico que le di a mi vida fue empezar Mochileando”, reconoce sobre la decisión que tomó a los 32 años. A finales de julio del 2017, una amiga lo invitó a colaborar en un programa radial donde necesitaban a “alguien que hablara de viajes”, confiada en la calidad del contenido sobre el tema que generaba en sus redes sociales. Así el viajero comenzó a compartir sus conocimientos.
“A nosotros se nos dio una oportunidad, como se le da a mucha gente. Lo que nos funcionó bien fue que buscamos un nicho que nadie estuviera trabajando, nosotros no hablamos de ‘Wil viajando’, sino de ‘los viajes de Wil y cómo hacerlos baratos’. Las ruedas están inventadas y están corriendo, si se te ocurre una oportunidad intenta buscar un nicho dentro de ese mercado grande para que hagas algo diferente. Y lo otro, nunca se olviden de reciprocar al país lo que el país nos ha dado”, recomienda Santiago.
El bloguero sabe que viajar “no es accesible para todo el mundo”, de ahí que su visión siempre ha sido “democratizar el mercado de viajes, no importa el presupuesto, o hacérselo más fácil a las personas”.
“Todavía hoy nuestra membresía cuesta 99 centavos al mes –a pesar de que la inflación ha duplicado nuestros costos– porque hacer que esa información sea accesible a las personas es importante”, dice sobre Mochileando Premium, el producto con el que monetizó el envío de alertas de vuelos baratos a partir de febrero del 2019. Tras la pandemia, se convirtieron en un medio especializado en viajes y en el 2021 lanzaron Mochileando Premium Plus, herramienta con la que llegaron a más usuarios en Estados Unidos.
Santiago ha portado diversos sombreros profesionales a lo largo de su vida e insiste en que “todo ha sido una escuela de aprendizaje” que refina sus capacidades. Todavía mira el mundo con los ojos curiosos de su infancia.
“Yo estoy muy agradecido, sé que estoy viviendo una vida que para mí era imposible. Recuerdo ver a mi mamá llorar porque se encontró $6 enrollados en la carretera y ese era el dinero para comprar la comida de ese día. Tengo eso muy presente y sí te puedo decir que estoy viviendo un sueño. Amo mi trabajo, trato de que Mochileando sea una compañía solidaria porque yo no quiero que nadie tenga que pasar por las vicisitudes que pasé para tener tiempo de ocio de calidad”, culmina Santiago, listo para partir de nuevo, para permitir que otro rincón del mundo lo sorprenda.